Fuente: Natgeo
Además de entregarse fielmente a su pareja, la guacamaya roja nunca olvida sus puntos de anidación, sin importar las distancias recorridas

La guacamaya roja (Ara macao) luce sus plumas escarlata, que dominan la parte superior de su cuerpo. Sin embargo, el amarillo y azul terminan de constituir la zona baja de las alas.
«La guacamaya roja ha estado presente en la música y la cultura tropical que compartimos a lo largo de gran parte de Latinoamérica. De la conservación de las selvas lluviosas depende que siga volando en el cielo como en nuestras historias», menciona Alberto Lobato, especialista en aves de la Universidad Veracruzana. Esto es lo que sabemos de la especie.
Guacamaya roja: los colores primarios de las selvas latinoamericanas
De acuerdo con la Universidad de Michigan, la guacamaya roja alcanza los 89 centímetros de longitud. La especie presenta dimorfismo sexual. Por ejemplo, los machos suelen tener plumas más largas en la cola y sus picos son de mayor extensión.
Acerca de la distribución, Alberto Lobato, biólogo de la Universidad Veracruzana especializado en aves, comenta que la guacamaya roja tiene dos grandes poblaciones: una en la cuenca amazónica y la otra ubicada al sur de México y norte de Centroamérica.
Antiguamente, añade el especialista, la población del norte se extendía hacia otras áreas de México, llegando incluso hasta el centro de Veracruz. En la actualidad, en ese país, la especie solo es vista de manera silvestre en la región de la Selva Lacandona.
Esta guacamaya tiene su hábitat en selvas tropicales bien conservadas. Depende de árboles lo suficientemente grandes para poder anidar y de espacios abiertos, típicos de los bordes de su ecosistema. Además, es normal encontrar a estos organismos a las orillas de grandes brazos de ríos.
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